El 60,5% de las personas no está de acuerdo con la comunicación del espacio laboral en el que se desempeña, la mayoría porque la misma es sexista. A la vez, al 96,2% le gustaría que las organizaciones en las que trabajan recibieran asesoramiento para modificar sus mensajes, y el 72% cree que esto afectaría “muy positivamente” el clima laboral. Estos son los resultados de una encuesta realizada por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad en redes sociales para medir el nivel de satisfacción de las personas con el ambiente comunicacional de sus espacios laborales.
El 60,5% de estas personas no está de acuerdo con la comunicación del espacio laboral en el que se desempeña. Las razones de disconformidad manifestada fueron, en primer lugar y con la mayor cantidad de menciones, el sexismo en la comunicación; la segunda, la poca información que suelen ofrecer las organizaciones a sus trabajadorxs y la poca eficacia de la misma (avisos fuera de horario o sobre la hora, rumores y falta de información fidedigna, difusión en canales inadecuados, etc); y también se hizo referencia al autoritarismo: una comunicación vertical que no toma en cuenta al staff.
Frente a esta situación, al 96,2% de las personas que respondieron la encuesta le gustaría que esas organizaciones recibieran asesoramiento para modificar sus comunicaciones, y el 72% cree que esto afectaría “muy positivamente” el clima laboral.
A la vez, el 58% dijo haber sido testigo de situaciones de violencia, discriminación, abuso y estereotipación en su espacio laboral.
En relación a la utilización de lenguaje sexista en la comunicación tanto interna como externa de las organizaciones, el 67,5% dijo que es habitual.
Sólo fue levemente superior el porcentaje de personas que cree que la comunicación en sus trabajos “refleja prejuicios sexistas y/o naturaliza las relaciones desiguales entre mujeres y varones” (43,9% sobre 40,8% que considera que no); entendemos que esto se debe a que la sociedad aún naturaliza las representaciones de las desigualdades de género.
Las formas en que se expresa el sexismo en las comunicaciones tanto interna como externa de las organizaciones es mayormente en situaciones de estereotipación y discriminación (asociaciones de imágenes de los varones con tareas productivas y de mujeres con reproductivas; tratamiento de los varones por su título y de las mujeres por el estatus en relación al matrimonio –señorita, señora-; prejuicios expresados en la comunicación en torno a las personas de acuerdo a su identidad de género –por ejemplo que las mujeres no saben ahorrar o que quienes tienen hijxs trabajan menos que los varones en la misma situación-, entre otras ) y, en menor medida, en la utilización de un lenguaje sexista.
Las publicidades sexistas más recordadas fueron Operativo Sol (Gobierno de la Provincia de Buenos Aires) y Villa Ortúzar (Banco Ciudad).
Es de destacar que, si bien la encuesta preguntaba por el sexismo en la comunicación, muchas de las respuestas describieron situaciones de estereotipación y discriminación de tipo laboral, lo cual es una evidencia de lo extendida y preocupante que es esta situación (mujeres a las que se les sugirió no quedar embarazadas para que la empresa no debiera afrontar la licencia por maternidad, varones con privilegios de horarios y honorarios, puestos de liderazgo ocupados mayormente por varones, distribución de cargos de acuerdo a estereotipos de género –mujeres cocineras por ejemplo-, entre otras).
En relación al 58% que dijo haber sido testigo de situaciones de violencia, discriminación, abuso y estereotipación en su espacio laboral, la mayoría refirió a discriminación y estereotipación, pero también tuvieron muchísimas menciones el acoso y la violencia laboral.
Por último, un 36,9% manifestó conocer la normativa que asiste en Argentina a la ciudadanía en relación a la comunicación sexista, mientras que el 40,8% no la conoce; y el 47,8% sabe dónde debería acudir para denunciar situaciones de sexismo en la comunicación.